Las redes están que echan humo en los últimos días porque Miguel Induráin deja de colaborar con la marca Pinarello. La marca italiana y el ciclista español han estado juntos desde siempre. La noticia de su divorcio ha llenado los foros y redes de especulaciones, teorias, conspiraciones…
Lo cierto es que, por si alguien no se había enterado aún, el ciclismo es un negocio. Ni las marcas están por hacer favores a la los ciclistas, en este caso, ex ciclistas, ni viceversa. Mucho se habla de la esencia del ciclismo, de los valores de las marcas de siempre y de poco menos que Pinarello ha cometido un crimen.
Debemos recordar que Fausto Pinarello y otros miembros de la familia vendieron la marca con sede en Treviso a L Catterton , una firma de capital que trabaja en asociación con el gigante del lujo LVMH, por 90 millones de euros en 2016. Otras marcas del ciclismo también forman parte de la cartera de fondos de inversión. El ciclismo es un negocio, un gran negocio donde hay miles de ciclistas en todo el mundo dispuestos a pagar barbaridades por una bicicleta, y eso atrae al dinero ávido de rentabilidad.
Que nadie se rasgue las vestiduras ni se eche a llorar porque Induráin y Pinerello se hayan divorciado después de 25 años de matrimonio. El ciclista español ya tiene una nueva novia, Scott. Una marca top del ciclismo con una gran presencia en el panorama mundial de ciclismo con un marketing potentísimo enfocado en….vender bicicletas porque nos guste o no, el ciclismo es un negocio.