Seguro que a todos nos ha pasado alguna vez. Estamos entrenando y tras varias horas notamos que vamos gustitos de fuerza. Tan pronto como la carretera empieza a empinarse sentimos que algo no va bien en nuestras piernas y de repente… CALAMBRE! Comenzamos a sentir un miedo que nos invade y nos dice…»a ver como llego ahora a casa». Los calambres son muy típicos en el ciclismo os explicaremos como evitarlos.
En este artículo os vamos a explicar cuáles son las causas más comunes de los calambres y cómo debemos evitarlos.
¿Qué son los calambres?
Se trata de espasmos repentinos en los músculos que duran unos segundos. En esos momentos, los músculos se tensan y pierden su capacidad de acción. Los receptores que tenemos en los músculos y tendones actúan como monitores que envía información al cerebro para protegerlos de posibles daños. Existe un reflejo a nivel muscular que provoca que estos se contraigan (para evitar un estiramiento excesivo) y otro que controla la relajación (para controlar la tensión). Cuando ambos reflejos se interrumpen, la señal de contracción tiene «más fuerza» que la de relajación. Produciéndose los calambres.
¿Causas y prevención de los calambres en el ciclismo?
- Fatiga: Es una de las principales causas de los calambres. Cuando pedaleamos más fuerte de lo que nuestros músculos están acostumbrados, generamos mucha contracción. Esta tensión extra puede causar calambres.
Prevención: Debemos entrenar acorde a nuestras posibilidades. Si vamos a hacer un entrenamiento que creemos que es duro para nuestro nivel tenemos que saber regular. La otra opción es trabajar aspectos como la fuerza, por ejemplo.
- Deshidratación: La falta de líquido afecta de forma negativa a nuestro cuerpo. Una de ellas son los calambres. Al sudar, perdemos sales minerales, que son muy importantes para la acción muscular.
Prevención: Es muy importante beber. No sólo agua si no también sale minerales para reponer lo que perdemos al sudar. Lo ideal son las bebidas ricas en electrolitos.
- Hiper hidratación: Es curioso que tanto la deshidratación como el exceso de hidratación pueden afectarnos negativamente. Si bebemos demasiado, lo que provocamos es que el sodio se diluya más en la sangre. Al bajar la concentración de este mineral aumentamos el riesgo de calambre. Al mismo tiempo, puede provocarnos un exceso de sudoración. De esta forma, eliminaremos más sales minerales.
Prevención: Al igual que antes, es bueno llevar bebidas con electrolitos. Debemos beber de forma continua, aunque no tengamos sed pero tratando de no hincharnos de líquido.
- Cuestión personal: Hay personas más propensas que otras a sufrir calambres. Esto se debe a que no todos los cuerpos reaccionan igual. Por ejemplo, una persona puede perder 200 mg de sodio por litro mientras que otra puede perder 500 mg. Este último tiene más posibilidades de sufrir calambres. Lo mismo ocurre con aquellas que sudan mucho más y tienen más tendencia a perder líquido.
Prevención: Aquí hay poco que podamos hacer. Lo mejor es tratar de conocer y entender nuestro cuerpo lo mejor posible. Para ellos tenemos que hacer «prueba y error» para saber qué es lo que mejor nos funciona.
Los calambres son un problema común en el ciclismo. No hemos hablado de los estiramientos pero también son importantes. Es bueno hacerlos cuando terminamos de entrenar. No solo nos afecta al gasto de energía para el que nuestro cuerpo no está preparado sino también el calor, nuestras características personales… Lo mejor que podemos hacer es tratar de prevenir los calambres desde que comenzamos nuestro entrenamiento y no esperar a sufrirlos.
