La Paris-Roubaix es una de las carreras de ciclismo más míticas y espectaculares que existen. Se ha celebrado desde 1896 y sólo se ha interrumpido en las Guerras Mundiales. Su recorrido, de 260km de los cuales 50 son de pavé hacen que se la conozca como «El infierno en el norte» , a lo que debemos añadir el barro que a veces se acumula en el recorrido.
Paris-Roubaix: Eddy Merckx atacando
Para los amateur, tenemos la Paris-Roubaix Challenge. El trayecto consta de 170 km de los cuales 50 son de pave. De esta forma, hacemos los mismos que se hacen en la profesional pero con menos km de distancia. Para los menos entrenados existen otras variantes de 140 y 70 km con 35 y 10 km de adoquín respectivamente.
Si te decides a participar en el Infierno en el norte, te recomendamos que adaptes tu bicicleta. Como puedes ver en las fotos, el pavé frances no es como el adoquín español, que es bastante liso. Eso son piedras, literalemente. Deberás poner unos neumáticos de 28 mm de ancho para aumentar la amortiguación. Seria recomendable poner doble cinta en el manillar para evitar que las manos se te duerman muy pronto con las vibraciones. Imprescindible llevar kit anti pinchazos porque hay altísimas probabilidades de que te pase.
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Sin duda se trata de una de las marchas cicloturistas más espectaculares y bonitas que se pueden hacen. Lo malo es que desde queda un poco lejos.
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