Cuando diseñamos un plan de entrenamiento ciclista debemos tener clara una cosa: cuales y como son los rangos de pulsaciones a los que vamos a entrenar. Esto es lo que se conoce como las zonas de entrenamiento.
Lo primero que debemos hacer es conocer nuestro umbral anaeróbico. Para ello buscaremos una subida de unos 20 minutos. Constante y en la que no pasemos de 18-19km/h para evitar el efecto de la aerodinámica. Una vez realizado medimos la frecuencia cardíaca media y la multiplicamos por 0.95. El resultado será nuestro umbral.
Cada una de estas zonas nos va a servir para entrenar un tipo de objetivo diferente y en función del entrenamiento que estemos realizando o de la fase de la temporada en la que nos encontremos, debemos entrenar en unas u otras. Lo veremos con un esquema para hacerlo lo más sencillo posible.
En función de en qué fase de la temporada estemos debemos entrenar en unas u otras zonas. El tema de las zonas de entrenamiento ciclista es una teoría infalible, de hecho, hay estudios que rebaten su utilidad, pero para la inmensa mayoría de los ciclistas aficionados supone una buena base para guiarse a la hora de llevar a cabo sus entrenos de calidad.