Cuando salimos a entrenar, los ciclistas amateur soñamos con ir muy rápido sobre la bici. Vemos a los ciclistas profesionales con gran talento en las grandes vueltas y nos gustaría ser como ellos. Sin embargo, un deportista nace con una serie de dotes físicas o tiene que entrenar muy duro para conseguirlo. Se trata de un tema polémico que tendrá opiniones diversas.
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- El talento es necesario. Para ser un buen sprinter, por ejemplo, tu cuerpo ha de tener una serie de características que son genéticas, como por ejemplo, un gran número de fibras musculares rápidas.
- La actitud es otro elemento importante. No solo vale entrenar o tener talento, hay que tener fuerza de voluntad para cuidarse, hacer dieta….
- La genética marca tus límites como ciclista. Puedes entrenar todo lo duro que quieras que nunca podrás pasar los límites que te marca tu propio cuerpo. Siguiendo el ejemplo anterior, si tu cuerpo está diseñado para ser lento y resistente nunca podrá ser fuerte y rápido.
- La regla de las 10.000 horas. Hace unos años se publicó en el libro The Sports Gene que para alcanzar el máximo nivel en un deporte había que dedicarle, al menos esa cantidad de tiempo.
- Las ventajas genéticas de por sí solas no hacen nada. Para poder activarlas es necesario trabajarlas de forma específica, es decir, hay que entrenar.
- Al mismo tiempo, entrenar mucho y muy duro pero de forma incorrecta tampoco sirve de nada. Un riesgo que comenten muchos ciclistas es tratar de entrenar muchas horas, en vez de entrenar bien y de forma estructurada.
- Es fundamental conocer en que eres bueno genéticamente y luego tratar de trabajar sobre esos aspectos en los que puedes destacar. No tiene sentido tratar de ser un buen escalador si mides 1.90 y pesas 85 kilos, tu morfología corporal te limitaría mucho.
- Es importante ser consciente de que las mejoras producidas por el entrenamiento son lentas. Nadie es capaz de mover 100w de potencia más de un día para otro.
- Tener buenos hábitos como ciclista te ayudará a mejorar. Saber pedalear de forma correcta, una buena postura, ser más eficiente…. Te ayudará a ser más fuerte sin necesidad de mucho esfuerzo.
- Evita la presión. A veces, la presión por querer mejorar nos hace entrenar mucho más de lo que debemos y llegar a sobre entrenar. Luego se producen estancamientos y frustraciones. Para un ciclista amateur, descansar es importante.
- El talento es cuestión de edad, y el entrenamiento también. No debes hacer el mismo tipo de entrenamiento con 18 años que con 50. Respecto al talento, con 18 no sabes muy bien que tipo de ciclista eres a nivel genético pero con 30 tienes que saberlo más que de sobra.
CONCLUSIONES
- Un buen ciclista es una combinación de talento genético y entrenamiento. Son un binomio perfecto.
- Entrena en función de tipo de ciclista que seas genéticamente.
- Centra tus entrenamientos para que sean más efectivos. Entrena de forma estructurada.
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